La lana merino o el Oro blanco en Europa, así se conocía esta materia prima en el pasado en nuestro continente. Hoy queremos poner en contexto su valor histórico volviendo hacia atrás en el tiempo.
La Lana Merino y la ruta del Oro blanco en Europa así comienza
Comenzamos por la materia prima, pasando por la historia y tradición lanera comercial que comienza en España y se extiende por toda Europa, para saltar a todo el mundo.
La Lana es nuestro oro blanco
La lana es un mecanismo de defensa que los ovinos han desarrollado para protegerse del frío.La lana está hecha de la misma materia que nuestras uñas y pelo. Es por tanto una fibra natural y de origen animal, creada por miles de escamas de una proteína llamada queratina, solapadas unas sobre otras como si fuesen un tejado. Constituye una barrera difícilmente penetrable para los cambios térmicos. Así protege de igual manera tanto del frío como del calor externo. Según el tipo de lana las escamas varían en la finura y rizo, lo cual le proporciona más o menos elasticidad y resistencia.
Características
Otra de sus características especiales es su poder higroscópico. Capaz de absorber hasta un 40% de su peso en agua, al mismo tiempo que se percibe seca al tacto. Después libera esta agua cuando el ambiente deja de ser húmedo. Por ello absorbe la transpiración de un cuerpo y la evapora al exterior. En China la utilizaban para conservar hielo y en el desierto fue empleada para recoger el rocío nocturno.
Además, al evaporarse la humedad retenida, libera calor (17 cal/gr). Otro dato a remarcar es su formidable resistencia a la tracción y su elasticidad. Esta es debida a la forma en espiral de las moléculas que la forman. Gracias a ello, la lana apenas se deforma o arruga, y si lo hace vuelve fácilmente a su estado normal.
Es la fibra que menos polvo retiene, dado que carga muy poca electricidad estática y también es muy resistente a la acción de hongos y bacterias, y a las altas temperaturas.
El ser humano desde hace unos 12.000 años fue muy consciente de las ventajas y propiedades del uso de la lana para sus fines y la adoptó cómo vestimenta. Además de la lana, los rebaños de ovinos proporcionaban alimento, de ahí la importancia del cuidado y protección del hombre hacia las ovejas. Llegan a existir más de 450 razas fruto de los cruces de especies. Pero si hablamos de producción de lana, la protagonista en nuestro post de hoy es la lana de oveja merina o lana merino.
La lana merino castellana viaja por el mundo
La oveja merina es descendiente de las ovejas llevadas por los árabes a la Península Ibérica a principios del siglo XIV desde África. Hasta el siglo XVIII existen leyes que regulan fuertemente el control de esta raza para que no pueda ser exportada a otros lugares y así mantener el monopolio de Castilla sobre este materia prima.
Desde finales de la Edad Media y durante la Edad Moderna se puede hablar en nuestro continente de una Ruta de la Lana que también se conoce como la Ruta del Oro Blanco en Europa. El comercio de la lana es fundamental para entender no solo aspectos económicos, sino también políticos y culturales de finales de la Edad Media y el inicio de la Edad Moderna. Uno de los productores más importantes fue Castilla. Su cabaña ganadera fue tan grande que toneladas de lana en bruto, metida en sacas, se juntaban todos los años en Burgos, desde donde salían hacia el Norte, hacia Bilbao, puerto exportador de la lana castellana desde el año 1300, en que fue fundada esta ciudad.
En la Península Ibérica sus motores principales parten de ciudades cómo Medina del Campo, Valladolid, Burgos, Balmaseda y Bilbao. En Flandes son focos de interés Brujas y sobre todo Amberes. Inglaterra juega un papel distinto; inicialmente exportadora de lana, después fomenta una industria textil en su territorio con lo que acaba siendo también importadora de lana castellana. Los puertos franceses (Rouan, La Rochelle) también son puntos importantes del comercio europeo.
El intercambio de lana, que se había desarrollado desde tiempo inmemorial, tomó una importancia mayor desde la revolución comercial del siglo XII, y en concreto consiguió un lanzamiento espectacular en Castilla a partir del siglo XIII. Burgos llegó a ser una de las ciudades más prósperas de la Península Ibérica en los siglos XIV y XV, debido a la riqueza que obtenía del comercio de la lana.
Castilla desarrolla un nuevo sistema de explotación ganadera, la transhumancia, capaz de abastecer de lana los principales centros textiles de toda Europa. Las ciudades comenzaban a crecer al abrigo económico del comercio de lana y otras mercancias que llegan a sus puertos. De ahí salen los tejidos también para el nuevo mundo y comienza la expansión.
Puertos laneros en Europa
En los grandes puertos laneros, se celebraban Ferias anuales dónde el comercio prosperaba de manera galopante, y así surgieron puntos comerciales de lana muy importantes cómo Amberes, Brujas, Verviers en Bélgica, o Bergas, Middelburg en Holanda. La Rochelle, y Rouen en Francia. Londres y Manchester en Inglaterra.
Durante el reinado de Carlos V tanto las zonas de producción en Castilla como algunas de las de transformación en Flandes, están en manos de un mismo poder político esto favorecerá que está materia se convierta en una de las más comercializadas. Cabe destacar que en el siglo XVI, Amberes y Medina del Campo constituían el eje del comercio Europeo y Atlántico.
Pero no podemos olvidar que aunque los siglos XIV, XV, XI y XVII, son siglos de desarrollo y expansión comercial, además de adelantos técnicos, descubrimientos científicos y cambio de pensamiento, se dan también épocas de pestes, recesión económica, hambrunas y guerras. Evidentemente todos estos hechos influyen en el mercado del Oro blanco de manera muy significativa.
Expansión Mundial de la lana merino
La lana es una de las principales materias primas que a lo largo de los siglos ha convivido con todos los cambios tanto sociales, económicos, culturales y políticos a través del tiempo, amoldando su fibra a cada etapa, para llegar a su expansión por todo el planeta. Lo que antes había sido su centro neurálgico (Europa) cambia de ubicación a partir del siglo XVIII.
Es a finales de este siglo cuando la situación económica y política cambia y la oveja merina se extiende por los cinco continentes. Es en el año 1789 cuándo llegan a la colonia inglesa de Sydney 29 ovejas merinas castellanas, que se convertirían en uno de los motores de su crecimiento económico.
Los paños de lana de oveja merina han sabido manterse a lo largo de su historia, adaptandose a todas las transformaciones de la industria textil con máxima calidad, hasta nuestros días. Desde su origen manufacturero en tierras castellanas hasta la actualidad, la lana merino sigue siendo a día de hoy una singular fibra que aporta mucho valor. La lana merino sigue siendo el Oro Blanco de muchas comunidades ganaderas en España, que han sabido mantener la tradición con esfuerzo y tesón. Desde aquí nuestro más sincero agradecimiento.